SGE 21:2008. Nueva edición de la única norma certificable en RSC del mundo

. jueves, 2 de octubre de 2008

Versió en català

Por F. Xavier Agulló. Corría el año de 1.999 cuando un grupo de personas reunidas en un congreso en el World Trade Center de Barcelona engendraron la que con el tiempo sería la única norma certificable en RSC a nivel global en el mundo: la SGE 21:2008 (otras como la SA8000 lo son a nivel parcial, y la ISO 26000 es guía y por lo tanto no será norma ni será certificable). Nueve años después, y en el mismo sitio, se presentó en fecha de primero de octubre de 2008 la tercera revisión, que viene a sustituir a la 2005.

Entre las novedades alrededor de la norma está la creación de un microsite propio (http://www.sge21.foretica.es/) o su traducción al catalán (además del castellano e inglés como la versión anterior), con lo que de hecho Forética plasma su firme apuesta por el estándar. Respecto a la versión anterior, la SGE 21:2005, la norma incorpora una cantidad relevante de cambios, que pueden consultarse en este guión.

Respondiendo a los objetivos establecidos para la revisión, en la nueva versión de la norma, se pueden encontrar dos tipos de modificaciones. Por un lado, aquellas encaminadas a garantizar la adecuación y actualización de los requisitos del estándar de acuerdo con la evolución del alcance de la Responsabilidad Social en estos últimos años; por otro, las propias de la mejora continua de toda herramienta de gestión que suponen el perfeccionamiento en la redacción y la reestructuración de los contenidos, optimizando la comprensión de los mismos en el proceso de implantación y auditoría.

Así pues, la mayoría de cambios vienen a responder a las necesidades de adaptación que la praxis diaria había demostrado necesarios, como el requisito de existencia de objetivos globales de RSC, de una memoria de RSC o nuevas y distintas funciones del comité de ética.

Aparece también la figura de 'responsable de gestión ética y socialmente responsable', requisito no plasmado en la anterior versión, y se transversalizan aspectos como el diálogo con los stakeholders y la política anticorrupción (que debe abarcar la relación con todos los grupos de interés). Toma mucha más relevancia las compras responsables, que tienen un tratamiento más detallado dada su importancia como motor de la RSC.

Asimismo, se introducen nuevos ítems específicos como la innovación responsable, las estrategias frente al cambio climático, la seguridad de la información, la política de accesibilidad en su sentido más amplio, los derechos humanos o la gestión de la diversidad.

Los trabajos del proceso de revisión, en los que tuve el placer de participar, duraron varios meses, y terminaron con dos sesiones participativas entre la variada membresía de Forética. En el anecdotario privado del proceso quedan aspectos como la discusión sobre el cambio climático (aunque parezca mentira, había quienes preferían no incorporarlo porqué lo negaban (?)), la reflexión sobre si la norma debía incluir o no como requisito el código de conducta (pues la mayoría de estándares existentes no lo requieren) o la revisión global del texto en términos de lenguaje no sexista (entorno a un 80% de los cambios propuestos fueron aceptados e introducidos, aunque quedaron para próximas revisiones sexismos como 'proveedores' o 'inversores').

La SGE 21 pues se adapta a los nuevos tiempos, mantiene y mejora su compatibilidad con otros estándares como el Global Compact, el GRI G3, la SA8000 o las buenas prácticas apuntadas en los borradores de la ISO 26000.

Actualmente cerca de 60 empresas disponen ya del certificado, la casi todalidad en España y una de ellas en Chile, mientras que Forética ha arrancado ya con fuerza en Argentina a través de presencia directa, lo que debe facilitar que empresas del país procedan a la certificación.

Esperemos y deseemos que este estándar, magnífico en su concepción, se extienda por el resto de Latinoamérica y por Europa (aunque esto último me temo que queda más lejos). A menudo pensamos que los estándares nacen en el mundo anglosajón, y cuando algo lo hace en el latino es menoscabado. La SGE 21 es un estándar de primer nivel, único, global y asumible por la mayoría de las empresas socialmente responsables.

Trabajemos a la par para conseguir que este no sea sólo el único estándar mundial certificable, sino que sea EL estándar de referencia mundial, en el mundo latino y también en el anglosajón, porqué su ya larga trayectoria lo ha dotado de enorme interés.

2 Comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Xavier, te felicito por el impetu que pones en rescatar la importancia de que se trata de una norma certificable. Particularmente a mi me alegra que exista una norma que sea aplicable en nuestra realidad, que se pueda medir, y permita opinar en referencia a casos concretos, pues una cosa es ponerse un traje sin medidas, bajo una perspectiva ajena, y otra es ponerse el traje que me gustaria a mi tener, claro que este traje siempre debe exigirnos a avanzar y hacer las cosas con mayor responsabilidad con los que viven en nuestro entorno. Estoy totalmente de acuerdo que la anticorrupcion y los actos debidos son algo que no pueden escapar de un comportamiento socialmente responsable.

F. Xavier Agulló dijo...

Ciertamente José toda norma es como un corsé, quizás homogeneiza la gestión de la RSC, pero es cierto también que deja margen para la maniobra y personalización a cada empresa para que implante la RSC a su manera. Pero es bueno que haya un estándar o un traje de referencia, como el GRI para las memorias de sustentabilidad. Saludos.

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