Yasuní Oro Verde

Por F. Xavier Agulló. Es cierto que la humanidad se enfrenta estas semanas a algo desconocido, como atajar la primera crisis económica y financiera de la globalización.

Pero ante propuestas y soluciones un tanto más de lo mismo, se me antoja que discursos ridículos como los de Bush o Brown poco van a aportar de innovador en el mundo.

En cambio, donde realmente serían necesarias propuestas innovadoras hay un vacío intelectual de gran calibre. Este mes de diciembre el gobierno ecuatoriano debe decidir si dejar bajo tierra las reservas petrolíferas existentes en Yasuní. El Parque Nacional Yasuní está situado en la amazonía ecuatoriana. Reserva de la BIOSFERA por la Unesco por ser la zona de mayor biodiversidad de nuestro planeta y hogar de los últimos indígenas no contactados de Ecuador. Sin embargo, su subsuelo también contiene reservas de petróleo que podrían suplir 5 días del consumo mundial de crudo.

¿Merecen sólo 5 días de petróleo tanta destrucción? El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha realizado un llamamiento al mundo para dejar este petróleo bajo el subsuelo si los gobiernos internacionales le ayudan a encontrar alternativas de desarrollo económico de su país. La decisión de extraer el crudo se tomará en diciembre de este año.

Darwin se inspiró en Ecuador para escribir el "Origen de las especies" en 1859 ¿vamos a permitir asistir pasivamente a su desaparición?

La Campaña Yasuní Green Gold comenzará este mes su andadura europea en Londres y llegará a España -procedente de Luxemburgo- el martes 14 de octubre donde será presentada en Barcelona. Madrid acogerá a sus impulsores el día 15 en el Círculo de Bellas Artes, en la sala de Juntas a las 11:30 hrs., Cádiz el 16 y Córdoba el 17. En dichos actos se dará a conocer también el libro fotográfico Yasuní Green Gold que contiene inéditas e impactantes imágenes de la vegetación, la fauna y los habitantes de la zona y que se comercializa a 23,95 € para recaudar fondos en pro de la causa en las webs www.yasunioroverde.org y www.yasunigreengold.com.

¿Innovamos? ¿O nos limitamos a salvar lo insalvable, la especulación?