Campaña de recogida de ideas para frenar la explotación

. domingo, 19 de agosto de 2007

Por Cristina Almirall. Hace días que pienso en si podríamos resolver esta situación. Y aunque de primera mano a mucha gente le suene utópico e iluso, creo que es importante decirles que esta situación podría tener solución porque ante esta situación tenemos elección.

Cuando cojan el coche esta mañana fíjense en la rueda de su coche y piensen en que hace tiempo las grandes marcas de ruedas del mundo estuvieron a punto de firmar un código de conducta y fijar unas condiciones mínimas de compra de la materia primera con la que se fabrican las ruedas: el caucho.
Pero esta situación no llegó jamás porque una de ellas decidió ir por libre y comprar en un país que le ofrecía condiciones de venta del caucho más baratas, provocando que las demás compañías hicieran lo mismo y que un padre de familia que recogía caucho en Brasil, se desesperara viendo que cada vez tenía menos para darle a su familia.

Hoy, ya lo han oído muchas veces, hay millones de personas cuyas vidas deconocemos que sufren las consecuencias devastadoras de la globalización.

Les propongo que me den ideas para poder hacer de este nuestro país un lugar donde toda la ciudadanía tenga cabida y donde reine por encima de todo el lema: “PRIMERO EL RESPETO Y LUEGO EL RESTO”.

Las empresas transnacionales, los gobiernos y nosotros/as tenemos la obligación de contribuir a frenar esta situación de explotación puesto somos responsables de garantizar el respecto de los derechos humanos y laborales en todos los eslabones de la cadena de producción.
Las empresas transnacionales deben dotarse de Departamentos de Responsabilidad Social Corporativa y tener códigos de conducta de obligado cumplimiento a disposición del público
Quien consuma y sepa que un producto fue realizado en condiciones de explotación no debería comprarlo.
Debemos exigir, calidad, precio e información transparente.
Las leyes podrían exigir etiquetados transparentes donde conste información al respeto del origen o al proceso de fabricación y las condiciones de trabajo bajo las cuales se produce el producto.
Se puede exigir a las marcas el cumplimiento de los derechos laborales eliminando la precariedad del personal en las cadenas de producción de ropa.
Se puede presionar a los y las responsables a adoptar medidas correctoras.
Las empresas pueden forzar el respeto a las condiciones laborales participando activamente en auditorias serias e independientes que verifiquen el cumplimiento de los códigos de conducta.

Crear un sistema de auditorías para controlar las condiciones laborales.

Las empresas pueden promover la existencia de sindicatos, pagar salarios dignos, que permitan subsistir a las personas trabajadoras y a sus familias, y destinar una parte de los beneficios de las empresas para educación en los países donde se ubican las fábricas, adoptando así prácticas de compra que sean compatibles con el cumplimiento de sus códigos de conducta
En las compras debe exigirse el cumplimiento de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) .

Es necesario fomentar la introducción de prácticas de Responsabilidad Social Corporativa en las empresas y que éstas incorporen valores como la ética y la transparencia en las estrategias de negocio.

Debe potenciarse la creación de comités de empresa transnacionales y de agencias independientes que velen por el cumplimiento de los derechos humanos.

Debe informarse a quienes consumen que miren más allá de las marcas y conozcan qué es lo que no se está diciendo las etiquetas.

Continuar desarrollando campañas en contra de la poca tranparencia pidiendo explicaciones públicas al respeto.

Movilizar a los y las clientas de las marcas, por ejemplo, recogiendo firmas.

Las empresas pueden exigir el cumplimiento de los códigos de conducta, imponiendo condiciones a su proveeduría y estableciéndole cláusulas sociales, éticas y medioambientales.

Introducir en los acuerdos comerciales normas laborales, sociales y medioambientales y si fuere necesario, hacerlas cumplir bajo pena de sanciones económicas.

Incluir en la agenda de la responsabilidad social corporativa la necesidad de elevar la conciencia sobre las convenciones internacionales y acuerdos relacionados con el tema laboral, ambiental y de derechos humanos, así como comprometerse a realizar prácticas socialmente responsables de comercialización.

Promover el Comercio Justo y la economía social.

Reclamar el compromiso de las compañías multinacionales para el cumplimiento de los derechos humanos básicos y los estándares ambientales en todas sus prácticas empresariales fomentando el desarrollo de memorias de responsabilidad social donde se comprometan a trabajar con unos mínimos requisitos de producción, donde destaque el respeto a los derechos humanos fundamentales internacionalmente declarados, el apoyo a la libertad de afiliación, el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación laboral y la eliminación de toda forma de trabajo forzoso y obligatorio o de trabajo infantil.

Defender un comercio que permita una remuneración y unas condiciones dignas y que respete los Convenios de la OIT tales como la abolición del trabajo forzoso, ausencia de discriminación, edad mínima para el trabajo, protección del derecho de sindicación y de negociación colectiva.

Realizar campañas que pretendan mejorar las condiciones laborales de las personas que trabajan en algunos sectores de actividad en todo el mundo.
Promover un consumo responsable entre el consumo, impulsar políticas de responsabilidad social entre fabricantes y distribuidoras de ropa, así como poner en marcha iniciativas legales que velen por los derechos fundamentales de las personas que fabrican la ropa en todo el mundo.

1 Comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola!

Hemos enlazado tu blog en el repaso semanal que en Canal Solidario hacemos de la blogosfera.


http://www.canalsolidario.org/web/noticias/noticia/?id_noticia=9130

Un saludo!qlho

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