Discriminación positiva es igualdad, también en lenguas

. jueves, 12 de abril de 2007

Versió en català

Por F. Xavier Agulló. Este tema recurrente en España, promovido desde fuera de Catalunya, de la hipotética discriminación del castellano en Catalunya, no deja de despertarme una cierta incredulidad. Y en especial cuando reaparece de la mano de una televisión pública, la de Madrid, que aun cuando no se mira casi nadie debería ser doblemente responsable: responsabilidad como medio de comunicación y responsabilidad pública.

Recuerdo una día, en una reunión de trabajo en Barcelona de una entidad RSC española, con sede en Madrid, algunas personas responsables de la entidad 'alucinaron pepinillos' por el hecho que se dijera que el respeto a la lengua catalana era un tema de agenda de la RSC. Yo y quien estábamos presentes "alucinamos pepinillos" de que no lo entendieran así los de Madrid. Y así nos quedamos todos, 'alucinando pepinillos'.

La discriminación positiva del catalán hacia de la lengua 'grande', el castellano o español, es tanto como discriminar positivamente la mujer ante el hombre. Y por este último hecho nadie hace un reportaje a una televisión pública.

La absoluta de falta de empatía, la confusión de lo que es política con lo que es responsabilidad social, hace que no pueda hacer más que, pese a ser un experto en RSC, no entender nada de nada.

Independientemente de las mentiras en que se basa esta histórica argumentación contraria al respecto de las lenguas minoritarias en zonas hispanohablantes, lo cierto es que la discriminación positiva no puede hacer más que practicarse en las zonas de dónde es originaria o natural. La lengua castellana es desde hace unas décadas hablada por mucha población catalana, y es bueno que haya la riqueza, el bilingüismo es hablar lo que se quiera quien quiera, no hablar todo el mundo lo mismo.

Esto a nivel de calle. Pero a nivel institucional, y dado que por ejemplo sólo una de las 35 empresas del referencial bursátil español informa la audiencia de su web también en otras lenguas minoritarias oficiales del Estado español (la hispanoargentina RepsolYPF), creo que sólo de forma institucional se puede mantener una cierta discriminación positiva hacia la lengua catalana-valenciana.

Pero es que esto es así como es así con la mujer, las personas discapacitadas, mayores de 45 años, juventud, inmigración o el colectivo fumador en la dificultad de acceso a un nuevo puesto de trabajo, que necesitan protección y discriminación positiva. La discriminación positiva es igualdad, también en lenguas.

Es grave, pero especialmente cuando te echan del trabajo por no hablar castellano.

El resto es politización sucia e irresponsabilidad social. Se titula el reportaje "Ciudadanos de primera y de segunda", en referencia a la lengua. Esto es como decir que los hombres somos ciudadanos de segunda por el hecho que se practica la discriminación positiva a la mujer. Y precisamente porque la discriminación positiva hacia una lengua minoritaria no es política hablo de ello en este blog. España ratificó, algo tarde pero lo ha hecho, el Convenio de la OIT para la protección de los derechos de pueblos indígenas y tribales. Hará falta que nos pongamos un taparrabos en la entrepierna o unos sujetadores de cocos y bailar sardanas (la danza tradicional catalana) alrededor de un fuego?

3 Comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos, discriminar una lengua es tan, tan tan, no se algo asi como pensar en que español puede discriminar el Ruso,a lgo asi como que un policia se desfogue con un ladronzuelo. Es algo que no cabe en la razón, ni deberia tratarse...

F. Xavier Agulló dijo...

Cierto "alejaron", como tampoco debería tratarse la discriminación contra la mujer, mayores de 45 años, personas discapacitadas, o cualquier otro tipo de colectivo con riesgo de exclusión.

Pero como que la discriminación se produce, no queda más remedio que la discriminación positiva hacia el o la débil. Así de triste es la realidad, pero no veo otra solución.

Anónimo dijo...

Hola,

Lejos queda de mi intención alinearme con la línea del reportaje.
Y no obstante, me causa cierta aprensión que comparemos la defensa o promoción de una lengua con la defensa y discriminación positiva de las PERSONAS.
Desde la distancia (no tengo la suerte de vivir en Cataluña) siento que allí es muy difícil "encajar" para el que viene de fuera. Y el idioma, parece ser la limitación mayor.
Un ejemplo: Finlandia. Como sabeis, el finés es un idioma minoritario en el mundo (y mayoritario en su tierra). Hace 30 años, los finlandeses pensaron que debían modernizarse. Implantaron el inglés como idioma obligatorio en la enseñanza... ¿Hasta ahí todo bien?
Lo grande del nuevo sistema educativo (que ha dado grandes frutos, como demuestra las ituación actual del país) es que, como el 10% de la población hablaba sueco, pues el sueco TAMBIÉN había que enseñarlo en las escuelas.
Eso -disculpadme-, no lo veo en ninguna parte de España. Ni en los sistemas educativos de Madrid, Cataluña, Andalucía o el País Vasco , por poner algunos ejemplos.

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