Lenguaje no sexista: "¡Vaya tontería!"

. domingo, 2 de diciembre de 2007

Por F. Xavier Agulló. Cuando doy conferencias o seminarios sobre igualdad de oportunidades y conciliación a menudo me divierto preguntando sobre cuánta gente piensa que lo del uso no sexista del lenguaje es una tontería. Me sorprendió al principio, no ya ahora, que aunque por 'corrección política' la gente no levantaba la mano a la mayoría se le veía en su mirada que así lo creía.

Por reconocerlo pasa el inicio de la solución. ¿Motivos de 'tontería'? Los de siempre: que si la 'academia' nos dice que el masculino incluye el femenino, que si es una pérdida de tiempo y espacio el tener que citar ambos géneros, que si no voy a cambiar mi forma de hablar ahora, etc.

La verdad es que desde que aprendí a hablar de nuevo, me he dado cuenta que no cuesta tanto, y que es una forma extraordinariamente efectiva de crear sensibilidad hacia la igualdad de oportunidades.

La 'academia' nos lleva engañando desde hace años con su purismo y el último recurso a usar es el de las dobles formas. Ello lo tengo claro, y así lo transmito. Así lo transmite también la Guía rápida para un lenguaje no sexista de Blog Responsable.

Medio año después de su publicación es hora de hacer balance. Que el tema despierta interés lo demuestra el hecho que ha habido miles y miles de descargas de la guía, muchas referencias en Internet sobre ella, y que se valora como 'práctica' y no 'feminista', aunque ciertamente la mayoría de sitios web que se han añadido a la campaña para un uso no sexista del lenguaje (algo más de una docena) son del círculo feminista.

La programación neurolingüística (PNL), que referenciamos como justificación científica de la utilidad de dicha guía, nos dice entre muchas otras cosas que las palabras modelan pensamientos, los pensamientos actitudes, y las actitudes comportamientos. En una reciente charla, un participante me comentó que dicho argumento transitivo bien podía darse al revés: ¿Qué son primero? ¿Las palabras o los comportamientos? ¿No es posible incidir a largo plazo sobre las palabras empezando por cambiar primero comportamientos y no tener que hacer ahora el esfuerzo de aprender a hablar de nuevo?

Ciertamente el cambio de comportamientos a la larga nos puede llevar a que en la escuela nos 'enseñen a hablar correctamente', y no tener que hacer ahora el esfuerzo. Pero es que precisamente estamos hablando de formas de cambiar los comportamientos, que es lo que más cuesta.

Un uso no sexista del lenguaje debe permitirnos actuar sobre los comportamientos, independientemente que de forma inversa también se acabe incidiendo sobre las palabras. ¿Pero qué podemos hacer para cambiar, a corto plazo, comportamientos?

A mi sólo se me ocurre hacer ese esfuerzo en aprender a hablar de nuevo. Si yo y otra gente lo hemos hecho, no veo motivo para que otra gente pueda también.

Y lo que diga la Real Academia de la Lengua, me importa un carajo, en cuestiones sociales no tienen potestad: el lenguaje está al servicio de las necesidades sociales, no al revés.

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