Cataluña contra la matanza de toros de lidia

. sábado, 19 de diciembre de 2009

Por F. Xavier Agulló. En los últimos meses se ha llevado a cabo en Cataluña una iniciativa legislativa popular (ILP) para el recabo de 180.000 firmas, que no son pocas, para poner fin a las corridas de toros de lidia tal y como las conocemos en su versión más sangrienta. Hoy el parlamento catalán ha votado a favor de iniciar el trámite legislativo de la prohibición (o regulación) de dicha práctica, eso sí, por un estrecho margen de votos, pues los dos grandes partidos del panorama político dieron libertad de voto a sus miembros, y el voto fue secreto. Lógicamente la cita convocó a mucha prensa, nacional e internacional, pues sobre mayo de 2010 podría terminar en una prohibición de matar toros en la única plaza de toros activa que queda en Cataluña, la barcelonesa La Monumental.

Las corridas de toros de lidia con sacrificio del animal en plaza pública tienen lugar en España, Francia, México, Panamá y los cinco países andinos, no más. Otros países como Portugal han optado por una versión propia no sangrienta, aunque también violenta. En los países más modernos y occidentalizados de Latinoamérica, los del cono sur, la erradicación de tal práctica ya se produjo con la independencia o hace mucho tiempo.

Entre los argumentos más ridículos a favor de la mal llamada 'fiesta' (pues no lo es precisamente para el toro de lidia) que se han podido oir hoy en la cámara catalana o leer en prensa, están los identitarios. La 'caverna española' (formada por ciertos medios de comunicación como El Mundo, ABC, La Razón o la cadena COPE, y algunos partidos políticos) se ha 'acarnizado', nunca mejor dicho, contra Cataluña por 'querer erradicar una costumbre o tradición española' de dicho territorio. Ridículo porqué no es sólo tradición 'española' como he descrito, pero mayor aún porqué dicha caverna mediática no montó lío alguno cuando en 1991 las Islas Canarias ya vetaron dicho esperpéntico espectáculo, y eso que son un destino turístico de primer orden. Más aún, los movimientos antitaurinos están por toda la geografía española y latinoamericana.

También es ridículo intentar defender la matanza del animal durante la lidia aseverando que bien nos comemos carne de animales sacrificados. Me parece demasiado evidente que no es lo mismo matar para comer que para disfrutar, pero además es que en los mataderos de animales para consumo humano hay legislación que intenta precisamente asegurar que los animales no sufran o lo hagan lo mínimo posible.

Tampoco es de recibo afirmar que sin las corridas de toros no existiría el toro de lidia o toro bravo pues se habría extinguido. También está en extinción el lince ibérico y no por ello lo matamos para que 'viva'.

Lo cierto es que si bien podíamos justificar dicha práctica en la Edad Media, o en Afganistán donde se 'juega' a una especie de polo con una cabra muerta, no lo podemos hacer en el s. XXI, los valores han cambiado mucho. Prueba de ello la encontramos en países de nuestro entorno, como Reino Unido, que no sin polémica prohibió la caza del zorro. Pero todavía países que se afirman 'desarrollados' como Dinamarca permiten la matanza de ballenas en las Islas Feroe también con acarnizamiento, al cual asisten con toda tranquilidad menores de edad. U otros como Noruega y Japón insisten en la caza de ballenas a pesar de estar en extinción.

El argumento de que es una tradición a mantener no es tampoco salvable. También era tradición matar cristianos/as en el Imperio Romano, o mantener relaciones sexuales con menores en el ejército de Alejandro Magno.

Del mismo modo que las reglas en el fútbol, baloncesto y cualquier deporte cambian, también en una tradición como las corridas de toros 'a la española' se pueden cambiar. El sacrificio con acarnizamiento del animal no es necesaria, y sería igual de bello ver a ese precioso animal, bravo como pocos, seguramente dicen descendiente máximo del uro euroasiático ya extinguido, lidiar sin terminar con su matanza.

Porqué en esta tradición los 'gladiadores' no son los toreros, sino los toros de lidia, que son las víctimas. Y más gladiadores son quienes defienden los derechos animales (humanos o no), el medio ambiente y, en definitiva, la moral y la ética en una sociedad que debe construirse a partir de valores positivos, a partir de la vida y no de la muerte, de construir y no de destruir.

5 Comentarios:

F. Xavier Agulló dijo...

Ayer empezó el debate en el parlamento catalán entre asesinos y protectores de la dignidad de los animales. Lo que encuentro más lamentable es que desde el resto de España sólo se diga que es una cuestión identitaria, cuando en Canarias ya se prohibió sin voces contrarias hace años, y cuando es mayoría la población española (ya no digo catalana que es abrumadora) que le importa un rábano está 'tradición'.

Mullin - Tiendas Muebles dijo...

La prohibición de los toros en Catalunya me parece una victoria del radicalismo enfermizo y de las miras estrechas.
Remarcar que desde mi punto de vista es una burrada digna de otro tiempo el (mal)trato que se les da a los toros en la plaza y la gente enfervorizada ante el sufrimiento de un animal me parece algo dantesco. Por eso entiendo que el toreo debe ser modificado acorde con la evolución de la sociedad.
Pero eso no es lo que ha pasado aquí, lo que ha pasado es que en España, el país donde todo el mundo le importa una mierda la política, tenemos una tendencia irracional a politizarlo todo: las tradiciones, los idiomas, el futbol… y de repente hemos llegado a la absurda situación en la que dos grupos (pro- y anti-taurinos) se han enrocado en una postura radical y corta de miras, donde se jugaba un órdago y ceder un poco era considerado perder.
Unos por ser incapaces de plantearse una modernización de “la fiesta” y adaptarla a los nuevos tiempos, han caído en la trampa del extremo contrario de plantear el toreo como únicamente matar un toro y la han defendido de forma radical. En el otro extremo gente que desprecia un signo cultural y una tradición y que ni siquiera ha planteado que las tradiciones hay que protegerlas y para eso hay que adaptarlas a los nuevos tiempos.
Nunca nadie ha pedido que se proteja todo lo que rodea el toreo, que se busquen medidas para que siga siendo posible a día de hoy, sin el maltrato de animal. Lo único que se ha pedido es la aniquilación total del toreo y todo lo que pueda estar relacionado con ello. No hay puntos medios, no hay posibilidades de entender a quien tienes delante. Da igual, dos posturas altivas en la que ambos se miran por encima del hombro, y en las que nadie hace el mas mínimo esfuerzo por entender.
Al final ganan los catetos, los de un lado o los de otro, pero siempre catetos.

Rosa- Tiendas de animales dijo...

A mi personalmente no me gustan los toros y tampoco entiendo (ni he intentado) su forma de arte, pero me parece que hay cosas mucho mas importantes en las que ocupar la justicia y las instituciones de este pais que en este aspecto.

F. Xavier Agulló dijo...

Hablemos de lo que hablemos, siempre habrá algo 'más importante' de lo que hablar. Y todo es importate. Pero me resulta más curioso aún viniendo de una 'tienda de animales' tu comentario. Saludos.

Ocucan dijo...

No me declaro antitaurina pese a que los toros ni me gustan ni los llego a entender, lo unico que creo es que al igual que otro tipo de actos no se financien con dinero publico, el que quiera verlo que pague. y si puede ser que se hagan con cabeza y no se manipule a los animales... que muchas ocasiones lo hacen para que duren mas o menos en las plazas.

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