¿Los productos de Bimbo se comen o se nos comen?

. viernes, 28 de agosto de 2009

Por F. Xavier Agulló. La reciente imposición de una multa por publicidad engañosa a Grupo Bimbo en Panamá (empresa mexicana que nada tiene que ver con la española) por su pan '100% integral', que en realidad no lo era y será sustituido por un 'pan integral', simplemente, sigue despertando las dudas respecto a la responsabilidad social de las empresas del sector alimenticio.

Hay que decir que dicha empresa ya fue condenada por los mismos motivos en enero de 2008 en México, Perú y Chile. ¿Por qué en su momento no retiró ya el producto en los países en los que no se había dictado sentencia alguna contra el producto? Y es que el en sector de la alimentación, como en otros como el telefonía, las palabras son muy importantes, y jugar a la duda más aún.

Me recuerda este caso al de las empresas de telefonía, que aún estando obligadas en algunos países a facilitar la portabilidad (mantener el número en el cambio de operadora), no lo hacen hasta que no sale una ley. Volviendo al caso alimenticio, también los productos con el prefijo o la palabra 'Bio' o 'Eco' inundaban el mercado español hasta hace unos años, hasta que una ley obligó a cambiar marcas o publicidad que no estuviera realmente justificada, ordenando de esta manera el uso de dichos términos. Así, el yogurt 'Bio' de Danone tuvo que cambiar la marca, pasando a ser 'Activia', simplemente porqué nada tenía de 'bio'.

Grupo Bimbo recientemente ha recibido el sello de 'Empresa Socialmente Responsable' (ESR) por parte del CEMEFI en México. ¿Cúal puede ser la RSC de una compañía que no respeta los mínimos legales en sus propios productos?

De todo ello hay que sacar 3 recomendaciones:

  1. Empresas: la RSC empieza por los mínimos laborales y de mercado, sin ellos no hay RSC que valga, por más sellos o campañas de inversión social que hagan. En mercadeo no todo vale, es ahí donde se demuestra de verdad la RSC.
  2. Personas consumidoras: no tomen bajo ningún concepto como verídicas afirmaciones sobre la salud o carácter ecológico de productos que no vengan avaladas por organizaciones o certificaciones de prestigio.
  3. Gobiernos: está claro que en lo que respecta al core business, las empresas globales nunca van a incorporar la RSC, así pues sólo queda legislar.

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