No es limpiar es no ensuciar

. domingo, 3 de febrero de 2008

Por Daniela Toro. Esta frase que leí alguna vez cuando era pequeña se me viene a la mente especialmente cuando pienso en la cantidad de basura que se genera cada año como producto de una insaciable sociedad de consumo, especialmente en los países del primer mundo y en las sociedades con poder adquisitivo de los países en vías de desarrollo.

Para muestra un botón. Cada vez que voy al supermercado vuelvo a casa con un montón de paquetes, cajas, latas y envoltorios de todo tipo y no puedo dejar de pensar en la cantidad de basura que mi compra ha generado. Si yo sólo quiero el contenido porque tengo que cargar con todos estos “adicionales” que implican el uso de recursos tales como papel, cartón, plástico, agua, madera, tintas, entre otros. Estos paquetes donde vienen los alimentos o demás bienes de consumo no son los bienes en sí y, sin embargo, tienen una capacidad enorme de “ensuciar”.

Hace un par de años se me metió en la cabeza la idea de crear un supermercado en el que cada quien llevara sus propios recipientes o en que los recipientes fuesen retornables como lo eran hace no tanto las botellas de refresco. Cuando comenté la idea a una amiga recibí por respuesta un “pero lo que estás proponiendo es desechar todas las ventajas del desarrollo y regresar a un modo de vida precario superado hace ya muchos años”. Su opinión me desalentó un tiempo hasta que otra amiga me dijo: “yo no creo en el reciclaje por que a fin de cuentas no es mas que un paliativo a un mal mayor que es la producción de gran cantidad de basura innecesaria”. Su comentario dio pie a que yo retomara mi reflexión y a que recordara aquella frase de mi infancia, no es limpiar (reciclar) es no ensuciar (producir grandes volúmenes de desechos).

Probablemente la idea de crear un supermercado o tienda como la que en algún momento pensé pueda resultar a muchos en efecto una pérdida de la comodidad ganada a pulso, pero estoy segura que existen otras medidas menos drásticas. Desde luego si alguna cadena de venta de bienes asumiera una política ambiental de minimizar en la medida de lo posible los envoltorios innecesarios yo me convertiría en su fan número uno y seguro que no sería la única. De hecho estoy segura que en alguna ciudad o comunidad debe existir ya iniciativas como ésta.

Otra anécdota más, en una cena con motivo de una entrega de premios de RSC encontré sentado a mi lado nada más y nada menos que al director de marketing de mi supermercado habitual, una oportunidad de oro, pensaba yo, y dediqué un par de apasionantes horas (a mi entender, claro) a explicarle que a pesar de sentirme muy fidelizada hacia la cadena para la que él trabajaba no compraba huevos allí por la simple razón que todos venían en recipientes de plástico que según leí una vez, tardaban miles de años en biodegradarse y que no había la opción de comprar la clásica caja de cartón que al menos era fácilmente degradable. Creo que el señor en cuestión hizo caso omiso de mi comentario pues no he visto cambio alguno y los huevos en efecto los compro en el mercado municipal.

No creo que el tema que planteo sea tan banal y creo que mi amiga tiene razón. El reciclaje es una medida excelente, que nadie me malinterprete, yo soy además una obsesiva practicante pero creo que ésta en efecto no es más que una medida expost que intenta recuperar algo de la materia prima que ya fue usada pero si no se generase tanta basura el gasto de recursos fuese menor.

Además también hay que decir que reciclar no es ni mucho menos una práctica mundial por lo que ésta no siempre es una opción y muchas veces esta basura acaba en grandes vertederos sin posibilidad de recuperar al menos parte de los recursos empleados.

Como agentes del consumo tenemos el poder de decidir lo que compramos y por suerte hay donde escoger. Sólo hay que saber elegir entre los productos que contaminan más y los que contaminan menos, los que tienen mas envases o los que tienen menos, los que duran más o los descartables, los que vienen en envases fácilmente degradables o los que no . Con esta conducta no sólo se genera menos basura y se consumen menos recursos sino que además estamos enviando a las empresas el mensaje de que este tema importa a un número cada vez mayor de personas.

Y si alguien muestra interés por el tema del supermercado con recipientes retornables pues con todo gusto le cedo la idea. Yo no tengo madera de empresaria pero me encantaría que alguien que si la tuviese le viese el sentido.

Por último comparto contigo esta información obtenida a través de una guía sobre ecologismo de andar por casa con consejos para ser ambientalmente responsables en nuestro día a día.
1. Elija los productos con menos embalaje y recuerde que, por lo general, los envoltorios de cartón o papel y los envases de vidrio son los menos dañinos. Evite los alimentos presentados en bandejas de corcho blanco.
2. Cuando vaya a la compra, lleve su propia bolsa o carro. En última instancia, aproveche las bolsas que le hayan dado.
3. Apueste por los productos de formato familiar, generan menos residuos y, por lo general, son más económicos.
4. Evite las pilas-botón. Si tiene que comprarlas, elija las de litio, las de zinc-aire o las de óxido de plata, que no tienen o tienen muy poco mercurio.
5. Utilice el papel por ambas caras y, posteriormente, deposítelo en un contenedor específico.
6. Entregue en la farmacia los medicamentos caducados o que ya no vaya a utilizar.
7. Emplee detergentes sin fosfatos ni tensoactivos.
8. Al desprenderse de los residuos hágalo de una forma responsable: separe papel y cartón, vidrio, envases y restos orgánicos y deposítelos en contenedores específicos.
9. Utilice con mesura el papel de aluminio y el film transparente. Una opción es guardar los alimentos en fiambreras o tarros de cristal.
10. Sustituya baño por ducha y cierre los grifos mientas se lava los dientes.
11. Elija electrodomésticos con etiqueta energética tipo A.
12. Al elegir sus sanitarios, seleccione aquellos con doble pulsador (permiten escoger entre dos volúmenes diferentes de descarga de agua: 6 - 8 litros ó 3 - 4 litros).
13. Rechace los productos de usar y tirar: pañuelos de papel...
14. Desconecta los aparatos eléctricos de la red cuando no están funcionando. Algunos aparatos (como los televisores) siguen gastando hasta un 33% de la energía.
15. Evite los aerosoles, contienen CFCs, causantes de la destrucción de la capa de ozono, u otros gases que también contribuyen al efecto invernadero. Los pulverizadores son una buena alternativa y son recargables
16. No conecte los electrodomésticos como lavadoras o lavavajillas si no están completos. En cualquier caso, busque aquellos modelos que dispongan de programas de media carga.
17. En la cocina, aprovecha el calor residual de los fuegos.
18. Apague las luces cuando no las necesite y apueste por las bombillas de bajo consumo, aunque son más caras, a la larga ahorran en el recibo de la luz y además no se funden tanto.
19. En invierno, cierre los radiadores de las habitaciones que no se utilizan y ponga el termostato a una temperatura moderada. No sobrepase los 20º durante el día, por cada grado adicional gastará aproximadamente un 5% más de energía.
20. Si dispone de aparatos mixtos (pilas y red) enchúfelos siempre que pueda. Tenga en cuenta que la energía de las pilas cuesta hasta 450 veces más que la que suministra la red.

4 Comentarios:

Anaiz Quevedo dijo...

Estimada Daniela

Me encantó tu artículo, el sólo hecho de que expongas tu pensar es ya una contribucíón en el tema que no sólo te preocupa a ti sino a mucha gente, algunos ya agrupados(as) otro no. Por ello es importante estos llamados de alerta.
En Venezuela el problema es grave, y comienza desde la ineficiencia y mala distribución de los rellenos sanitarios, sumado a que gran parte de la población no separa desechos orgánicos de inorgánicos, no hay precaución en algunos casos con los desechos hospitalarios. Las prácticas de separación de los vidrios, cartones, papel periódico son un sueño latente, aunque debo admitir que por iniciativa privada existen algunos contenedores.
Tu preocupación la tengo presente cada día al recibir uno de los periódicos en la oficina. Todos los días lo recibo en un envoltorio de plástico idéntico, y me pregunto si ello será necesario.
La misma preocupación me viene cuando veo que en mi Estado (Falcón) se desarrollan infraestructuras turísticas sin pensar en el componente de prevención ni distribución de desechos.
En fin es un tema que da para mucho, sobretodo para pensar en soluciones. La idea que planteas sobre los supermercados y envases retornables es una idea que debe combatir muchos intereses, los relacionados con las empresas y diseñadores de empaques a los que hay que sensibilizar sin duda.
Asimismo chequear las alternativas de materiales con los cuales ciertos productos puedan en verdad conservarse mejor.

Excelente escrito

Anónimo dijo...

Daniela,
efectivamente hay una ciudad al menos que está haciendo lo que tu dices, salió en el 30 minuts de TV3hace dos domingos, como ejemplo de que toda una comunidad decide cambiar de manera de hacer. Se veía a sus habitantes con plátanos en las manos (sin bolsa,ni nada) con cestos de mimbre como los de antes, con carritos, cosas a las que ahora no estamos habituados. No sé si se puede ver en internet el programa pero era muy educativo.
Estoy totalmente de acuerdo con tu artículo, felicidades
Eulàlia

Anónimo dijo...

Daniela, execelente tu planteamiento. Creo que detrás de él hay una gran oportunidad de negocio responsable. Se podría pensar en que la gente reciba el producto en su casa sólo con el envase necesario para su conservación. También se podría diseñar una línea de envases o contenedores biodegradables para reutilizarlos en las compras. Se podría estimular la compra de éstos encareciendo los productos que más desperdicio por envase generan. En fin, lo hay es que poner en marcha son estrategias puntuales que creen valor. En esto tu eres buena, manos a la obra..Alexis

Daniela Toro dijo...

Hola Anaiz, Eulàlia y Alexis y gracias por sus comentarios y por sus ánimos para que siga escribiendo sobre estos temas.
Hablar de la basura da para mucho pues abarca varios aspectos y como dice Anaiz también muchos intereses.
Recuerdo que hace unos años en Venezuela una compañera comenzaba sus clases sobre medio ambiente con la frase "la basura es riqueza". Quienes asitían a sus cursos en general se quedaban un poco descolocados con su afirmación pues la gente en general asocia basura con desperdicio, aquello que ya no sirve y que debe ser sacado de circulación porque molesta y apesta. Sin embargo, su planteamiento era que a través del reciclaje y la reutilización se recuperaba gran parte de los recursos que se habían invertido y que estos recursos tenían un valor. Recuperarlos implicaba por tanto generar riqueza, empleo y por sobre todo proteger el ambiente de materiales que sin tratamiento adecuado causan mucho daño.
Su discurso en un país donde el reciclaje no es una práctica habitual intentaba precisamente despertar conciencias sobre la problemática de la basura y su impacto ambiental.
Y con respecto a cosas sencillas que podemos hacer en casa os copio una información que me hizo llegar mi hermano, y aunque no sé a ciencia cierta si los datos que aportan son cietos, me gustaría que un técnico ambiental me lo aclarara, si que he escuchado que los aceites domésticos e industriales tienen un gran poder de contaminación.
Un saludo,
Daniela

¿Sabes donde tirar el aceite de las frituras o de todos los alimentos que preparamos en aceite, hechos en casa?


Tal vez si, pero siempre es bueno divulgar una información como esta.
Aunque no friamos muchos alimentos, cuando lo hacemos "normalmente" tiramos el aceite usado en la pileta de la cocina o en otro sumidero, Verdad?
Ese es uno de los mayores errores que podemos cometer.
¿Por qué lo hacemos?
Simplemente porque nadie nos ha explicado cómo hacerlo en forma adecuada. Lo mejor que podemos hacer o recomendar hacer es:
1.- Esperar (Si, esperar, aunque eso te tome un poco más de tiempo) a que el aceite usado se enfrie.
2.- Colocar el aceite de desperdicio en una botella de plástico.
3.- Cerrarla y colocarla luego en la basura normal.
UN LITRO DE ACEITE CONTAMINA CERCA DE UN MILLON DE LITROS DE AGUA!!!.
Cantidad suficiente para el consumo de agua de una persona durante 14 años

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