El discurso del Gobierno sobre el cambio climático: una eterna introducción

. domingo, 14 de octubre de 2007

Por Martín R. Santos. Hace pocos días en ocasión de uno de los tantos encuentros, seminarios y talleres que suelen realizarse antes de empezar a hablar seriamente de un tema, alguien dijo que el cambio climático era "una de las preocupaciones centrales" del Gobierno y que los países industrializados / desarrollados, “culpables de esta situación climática” deberían facilitar –como para compensar, digamos- el acceso a la tecnología y a los créditos blandos.
Estas frases no fueron una introducción al tema, sino que fueron el contenido en sí de la exposición que llevó a cabo el representante oficial. Tampoco se dieron de manera aislada sino dentro un contexto de campaña proselitista (en Argentina hay elecciones dentro de dos semanas). Sin embargo, en ellas puede reflejarse el pensamiento de muchos gobiernos –locales, provinciales, departamentales o nacionales- de países subdesarrollados. En ellos abunda lamentablemente la creencia de que expresar públicamente que el "Gobierno está preocupado por el problema" es cuanto menos igual de importante y beneficioso que ocuparse realmente de abordar la situación.
Es difícil determinar hasta qué punto es legítimo invocar al cambio climático como excusa para que los países culpables de la situación entreguen créditos blandos a provincias o departamentos con déficit millonario. También es ardua tarea determinar cuán lícito resulta anunciar que el cambio climático es un tema central para el gobierno cuando los sistemas de salud, educación y trabajo son tan endebles como hace 20 años.

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2 Comentarios:

Anaiz Quevedo dijo...

Me encanta tu escrito Martín y coincido en muchos aspectos que expones en él.

Siento que efectivamente la lentitud de las negociaciones diplomáticas en cuanto a las soluciones que pudieran buscarse para el cambio climático no van de la mano con las apreciaciones del mundo científico ni con las mortificaciones aborigenes (a quienes muchos tildan de apocalípticos) Es obvio que si vamos caminando hacia un hoyo negro, pues las predicciones sean justamente que podríamos caer en el hoyo negro pues.

Los humanos hemos dado pasos gigantescos en cuanto a tecnología. La revolución industrial nos metió en una espiral de gran velocidad que aún sigue teniendo sus efectos. Hemos avanzado en dos siglos lo que no hicimos en mil años. Pero en dos siglos también hemos dañado a la madre Tierra de manera voraz, y aunque ella no podrá aguantar como esperamos no fue sino hasta 1997 cuando "finalmente" se terminó de redactar el texto del Protocolo de Kyoto. Y por si más lentitud fuese posible siete años más fueron necesarios para comenzar a hablar de su implementación en medio de arduas y complejas discusiones.

Creo que se está dejando está tarea vital para después y ojalá que después no sea demasiado tarde. Soy optimista y espero de corazón que no.

Anónimo dijo...

Yo también soy optimista, aunque a veces siento que verdaderamente esos Molinos de Viento son cada vez más y más grandes.
Estoy seguro de que cuantos más espacios de participación, cuantos más llamados a integrarlos y cuantos más protagonistas sumemos resultará mucho más fácil proteger nuestro optimismo y contagiarlo, pues serlo es un buen primer paso hacia la conciencia y la responsabilidad.

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