El mix mágico de negocio y política

. miércoles, 30 de abril de 2008

Por Juanjo Martí. Hoy analizamos un caso de entrada y otro de salida, de la política a los negocios y de los negocios a la política. En el primer caso tenemos la salida de Eduardo Zaplana de la política para ocupar un cargo de nueva creación en la multinacional española, Telefónica. Sin duda es un hombre bien comunicado y una amplia trayectoria que le acredita para que la empresa privatizada durante el gobierno del Partido Popular piense en él como un adálid de su proyección en Europa. En otro escenario, entrada en política de empresarios, la noticia nos ofrece la brillante trayectoria de la empresa Genetrix y su impresionante propulsión el el área biomédica en un pais como España con un severo déficit en I+D. Entusiasmados con la noticia descubrimos que tras ella está la nueva ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia.

Hace unos años, leíamos con inusitado interés la impresionante trayectoria de Eduardo Zaplana, como alcalde de Benidorm y creador o socio en más de 50 sociedades limitadas, amante de los negocios inmobiliarios y clave en el proyecto de Terra Mítica. En la web referida anteriormente podemos hacer un seguimiento de las causas abiertas contra él y su implicación en negocios varios, a los cuales nos queda la duda de en que grado y modo han beneficiado sus cargos políticos. De lo que tenemos más incertidumbre es sobre su papel en telefónica, similar al del ex-presidente de Baleares en Miami como asesor del grupo Hotelero Barceló.

El caso de que una empresa que se ha beneficiado de múltiples ayudas, sin duda es una alegría puesto que las ayudas a la investigación y desarrollo están para usarlas. En que medida el ser político ayuda a que sean otorgadas y porqué en un pais donde los becarios son privados de múltiples beneficios laborales y viven con exiguas pagas genera también incertidumbre sobre el modelo que se pueda desarrollar pues al ser sus integrantes investigadores en un centro público como el CNB, puede darse el caso de que hayan usado becarios para sus negocios particulares. De lo que no tenemos duda es que si da una cierta tentación de duda el hecho de ver como la accionista de una empresa crecida al amparo de subvenciones públicas pasa a dirigir el ministerio que concede ayudas. Si yo fuera de la competencia compraba acciones de genetrix, si fuera la ministra, valoraría dimitir de algún cargo.

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