Hacia una universidad empática

Por Juanjo Martí. La empatía define una serie de variables psicológicas humanas que nos permiten sentir con y por las demás personas y el medio, por lo que ser responsable es una decisión que adoptamos porque sentimos que una actitud y un comportamiento serán mejores que otros menos responsables.

Trabajar el ámbito de responsabilidad social da una serie de herramientas que producen momentos paradójicos como al preguntarle a la persona responsable de una institución, qué iban a hacer para ser socialmente responsables, y ante su respuesta sobre lo complicado que suponía el tema pregunté: ¿entonces son una institución irresponsable? No sin cierta cara de circunstancias, se tuvo que reconocer que "un poco", pero se iniciaba una aproximación desde sentir lo que se dice y evaluar la respuesta.

Ser empático dista de ser un proceso tan sólo cognitivo de evaluación, implica comprender y sentir lo que se va a evaluar. Las instituciones de educación no pueden limitarse a enseñar unos conocimientos, si estos no tienen relación con el sentimiento interno que es desarrollar una profesión en un medio humano. La persona que sólo trabaja en función de una cuenta de resultados, probablemente se emociona al ver subir los balances, pero ¿acasó debiera ello primar sobre saber qué procesos hay detrás y a quien o qué afectan?

La empatía, como capacidad de sentir la tendrán algunas personas más, otras menos, pero si que mayormente se puede enseñar a interpretar una situación en clave afectiva, para anteponer unos valores hacia la sociedad sobre los de logro individual.

Ese es el reto que se analizará en el blog Universidades Responsables, al que están invitadas a participar todas las personas que quieran proponer acciones para generar una Universidad Empática hacia la sociedad a la que está ligada, entendida como servir a las personas y por ende al tejido empresarial.