Cuando Gobierno y empresa se alían para alcanzar objetivos medioambientales ambiciosos. El caso de Australia

. lunes, 7 de septiembre de 2009

Por Daniela Toro. Consultando el boletín semanal del World Business Council for Sustainable Development llamó mi atención una noticia sobre los objetivos que se ha trazado el gobierno australiano para responder a los retos del cambio climático. A continuación extraigo los puntos clave de la noticia y señalo los que considero los temas más importantes esperando que den pie a una posible reflexión grupal.

Para alcanzar objetivos medioambientales a mediano y largo plazo parece necesario que sector público y privado se alíen. Este ha sido el caso de Australia. El senado de ese país ha promulgado una ley según la cual para el 2020 el 20% de la electricidad producida allí deberá provenir de fuentes renovables.

El Renewable Energy Target (RET), que es el nombre que se le ha dado a este proyecto, requiere que 45.000 GWh de electricidad provengan de fuentes renovables de aquí al 2020. Esta ley exigirá a las grandes proveedoras y grandes usuarias de electricidad que el 20% provenga de generadores renovables. Actualmente no es posible producir tal porcentaje por lo que las empresas tendrán que desarrollar la tecnología y el parque industrial necesario.

Éste es en realidad el segundo proyecto de esta naturaleza que fija este país austral. El primero fue el Mandatory renewable energy target (MRET) en marcha desde el 2000. El MRET aspiraba que 9,500GWh fueran generado por fuentes renovables. Objetivo fijado para el 2010 y que ya ha sido alcanzado.

El RET a su vez viene a ser un proyecto mucho más ambicioso y que requiere un esfuerzo e inversión mayor. Es por ello que el gobierno australiano ha diseñado medidas para proteger parcialmente a las industrias intensivas en emisiones que, como consecuencia del proyecto, sufran un incremento en el precio de la electricidad.

Se están haciendo además esfuerzos por diversificar la energía renovable para que no toda sea eólica sino que provenga de otras fuentes tales como la solar, geotérmica y energía proveniente de las mareas. Para ello el gobierno está otorgando apoyo adicional a través de financiación de estudios y becas de investigación.

De acuerdo al Clean Energy Council, que representa a las empresas de energías renovables, el RET “es la pieza más importante en la legislación a favor del cambio climático en toda la historia de Australia”. Para ver la noticia completa consulta aquí.

Considero que el caso australiano puede ayudarnos a reflexionar sobre el rol de gobiernos y empresas a favor de la lucha contra el cambio climático. A continuación algunos puntos sobre los cuáles reflexionar:

1. A pesar de no haber sido fácil (según se cuenta en más detalle en el artículo) gobierno y oposición llegaron a un acuerdo sobre un único objetivo nacional para mitigar los efectos del cambio climático. Esto está claro requiere un nivel de madurez política y el asumir como prioritarios los objetivos contra el cambio climático.

2. Ya con anterioridad el país había puesto en marcha otro proyecto medioambiental con objetivos claros y que se había cumplido incluso antes de fecha. Eso seguramente sirvió para dar seguridad en cuanto a la capacidad de respuesta de las empresas. Denota compromiso por parte del sector privado.

3. El gobierno está pidiendo un cambio ambicioso a las empresas pero también está dispuesto a apoyar parcialmente a aquellas empresas australianas intensivas en producción de emisiones para que el cambio de una electricidad a otra no les perjudique económicamente. El gobierno pide un gran esfuerzo pero está dispuesto a asumir parte de ese compromiso.

4. Por último y tal vez lo más importante, el gobierno está a su vez apostando en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías además de la eólica que permitan alcanzar los objetivos fijados de manera más eficiente. El gobierno entiende que si quiere alcanzar lo fijado de invertir y apoyar el desarrollo de diversas energías alternativas para no depender únicamente de la eólica.
No digo que este ejemplo sea infalible. Estoy segura que la coalición gobierno-oposición no debe haber sido fácil de lograr. Tampoco creo que todas las empresas estén encantadas de participar pero aun siendo así creo que vale la pena hacerle seguimiento a este proyecto en los próximos años y considero que para aquellos países que aun no logran cumplir con las cuotas de reducción de emisiones que se han fijado es un buen ejemplo a seguir.

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