El Barça del Milenio

. sábado, 9 de septiembre de 2006

El fútbol (football, futebol o soccer según las latitudes latinas) es uno de los negocios mediáticos más lucrativos a escala mundial, aunque no tenga ninguna marca que individualmente compita con la NBA. En Inglaterra algunos clubes cotizan en Bolsa. En Brasil o Argentina desatan auténticas pasiones extradeportivas. En México un presidente se afana a aglutinar una nación a su alrededor con fines también extradeportivos. Beckham es la estrella que más brilla en Asia y por ello es fichado por el Real Madrid español para extender su marca por esas latitudes. En Italia tres clubes intentan compensar su incapacidad deportiva con millones de euros destinados a otro tipo de estrellas menos “brillantes”. La nueva cadena española de televisión La Sexta, de capital en buena parte mexicano, lucha por los derechos de emisión de todo tipo de fútbol para promocionar su salida. Fútbol son pasiones versus millones, manipulaciones y extorsiones. Es por ello que, por una vez, cuando Barça y UNICEF acuerdan luchar por los Objetivos del Milenio conjuntamente hay que hablar, por fin, de fútbol responsable.

Pero… ¿es eso realmente fútbol responsable?

El Barça, por primera vez lucirá publicidad en su camiseta. UNICEF, por su parte, aunque no es la primera vez que tiene presencia en el mundo deportivo (caso de la NBA, por ejemplo), sí que a va a ser, sin duda, la ocasión más sonada. La importancia que da UNICEF a este acuerdo se trasluce de la presencia del propio Kofi Annan en Agosto en la firma inicial del acuerdo. El Barça obtendrá suculentos beneficios en venta de camisetas adicionales, en reputación corporativa, en dotar a su tradicional eslogan “Más que un club” de nuevas dimensiones sociales pero ya a escala mundial, en despertar más estima entre futboleros de otras latitudes (distintas a la española, por supuesto), en atraer la atención de millones de criaturas que son las futuras generaciones consumistas de fútbol. Y UNICEF va a generar un impacto mediático considerable y unas aportaciones económicas nada despreciables (un 0,7% del presupuesto anual de club catalán, cerca de $2 millones anuales).

Algunos clasificarán el acuerdo con ese tópico del mecenazgo y la acción social: “sólo es publicidad”.¿Por qué tendría sino una empresa que destinar esos recursos a un proyecto solidario? ¿Por qué tendría una ONG prestigiosa como UNICEF ceder su marca si no sacara a cambio algo? Si con la acción social todo el mundo gana (nunca mejor dicho)… Pues sí, es fútbol responsable. Pues sí, es publicidad,… ¿y qué?

2 Comentarios:

Anónimo dijo...

Las inquietudes solidarias que pueda tener yo particularmente ya las satisfago con la organización que yo escojo. A mi club de futbol únicamente le pido que me haga disfrutar en el campo al menor precio posible de mi abono. Leo y releo los estautos del club y no encuentro donde pone que el FC Barcelona tiene que ir de mecenas por el mundo.
El futbol no tiene que ser responsable, la distribución de la riqueza es una obligación de los gobiernos, no de las entidades deportivas.
Obviamente, este tema de Unicef es una estrategia más de promoción del Sr. Laporta en su objetivo de darse utilizar el Club como plataforma política. No sé si el Club ganará algo con ello, lo que si tengo claro es que los socios no veremos rebajada la cuota que se nos aumentó hace 3 años en un 40% con el pretexto de que la situación económica estaba muy mal. Pues bien, ahora hay publicidad en la camiseta y seguimos pagando lo mismo.
Lo dicho, zapatero a tus zapatos, los Gobiernos a preocuparse de la pobreza en el mundo, y los clubs de futbol a marcar goles. Y el Sr. Laporta que funde un partido político lo antes posible y nos deje en paz.

F. Xavier Agulló dijo...

En el post hacía referencia a uno de los tópicos asociados a la acción social: "sólo es publicidad". Otro tópico a menudo apuntado es "la acción social es un robo para el accionariado". Ciertamente todo tiene su sentido y discusión. En cualquier caso, los socios y socias (porque no tiene accionariado) del FC Barcelona deberían valorar si la acción social de club con UNICEF les aporta a medio y largo plazo un beneficio, eso es, crea valor añadido para la marca a nivel mundial. Si una acción social está alineada estratégicamente con los objetivos de la empresa siempre aporta ventajas para todas las partes. Por otro lado, la dirección de la empresa (léase club) debe ser capaz de transmitir esas ventajas al accionariado / masa social que lo forma. Dado que ya está hecho, ahora es cuestión de tiempo el poder valorar si crea o no valor para el accionariado/socios y socias.

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