El sol sale por China y se pone en Latinoamérica

. miércoles, 18 de octubre de 2006

Fuente: Microsoft Office OnlinePor F. Xavier Agulló. El panorama de un crecimiento económico acelerado de la extensa China asusta a los países occidentales más desarrollados, y de hecho ha provocado agudos problemas en, por ejemplo, la industria textil europea, que ve con impotencia como los productos chinos invaden las tiendas del viejo mundo. Es una obviedad que estamos ante la pubertad de la que será una potencia económica mundial en 30 años, pero acaso debemos reflexionar sobre quiénes se van a ver más perjudicados en los próximos años.

La industria de la confección, pilar de los inicios del desarrollo en todos los países (lo fue en la Inglaterra de la revolución industrial, en la eclosión de Cataluña como motor económico e industrial español y lo vemos ahora en Latinoamérica y sudeste asiático) es un proceso natural en el estadio del desarrollo económico de una región. Pero quizás ni Inglaterra ni Cataluña tuvieron que competir con un Goliat como la China. Y es que la falta de responsabilidad social en la China agrava los problemas para Latinoamérica, aunque ésta no esté tampoco muy por delante de aquélla. La organización francesa ORSE y CSR Europe han presentado un estudio sobre... la situación de la RSC en China. Su enfoque se dirige especialmente a las empresas europeas que quieren invertir en el país, y critica la confusión entre RSC y acción social, un hecho por cierto también muy controvertido en Latinoamérica.

Recientemente la organización de comercio justo Setem ha alertado sobre la búsqueda de beneficios económicos en el sector textil en detrimento de lo que llama "costes humanos". Y es que siendo un sector clave en el desarrollo de los países también determina las condiciones de vida de las sociedades que quieren desarrollarse.

La industria textil que tanto está aportando al desarrollo de zonas como Centroamérica debe pues fijarse especialmente en la responsabilidad laboral antes que en la acción social, pero a su vez todos los colectivos sociales y sindicales de dichos países deben asumir que la competencia desleal china puede poner en peligro el desarrollo antes de que se produzca de forma efectiva. El consenso entre todas las partes interesadas latinoamericanas es clave para afrontar con éxito el reto de competir con la China desleal y convencer a los mercados y grandes empresas estadounidenses que en Latinoamérica es posible una visión más social de hacer negocios que puede aportar ventajas a la reputación de sus empresas clientes.

Intermón Oxfam ha lanzado la campaña Tira del hilo con la que invita a la ciudadanía a pedir garantías a las empresas textiles occidentales de que su ropa se realiza en condiciones dignas. Intermón Oxfam asegura que el 70% de la ropa de bajo coste se hace en países donde no hay garantías de que se respeten los derechos básicos de los trabajadores y trabajadoras que la realizan. Sometidos a jornadas interminables, se les prohíbe asociarse para defender sus derechos y, además, ganan salarios muy bajos. En las sociedades desarrolladas cada vez son más quiénes reclaman responsabilidad a las empresas.

El sol sale por Oriente y se pone por América, pero debemos aprovechar que mientras China se duerme en su responsabilidad social en Latinoamérica podemos establecer vínculos responsables sólidos con los mercados del norte.


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