Apple y la obsolescencia programada

. sábado, 8 de octubre de 2011

Por F. Xavier Agulló. Ahora que hemos visto tantas muestras de pésame ante la muerte del que fuera fundador de Apple, a quien he visto incluso referenciar como el Da Vinci moderno -igual con alguna razón-, es de recibo recordar un aspecto que debemos contemplar desde el consumo responsable: ¿realmente lo necesito?

Apple se ha caracterizado por tener siempre un nivel de incorporación del diseño (estético pero también ergonómico y funcional) muy superior al de sus competencia, siendo en muchos aspectos líder en la introducción de novedades. Pero debemos preguntarnos sobre la sostenibilidad de dicha política empresarial, y ello desde distintas vertientes.

Desde la vertiente del uso de componentes, el coltán es un mineral muy raro usado en todos los aparejos electrónicos, pero de especial relevancia en los teléfonos celulares y similares. Pero el 80% de las reservas mundiales (aunque no ciertamente de la producción) se encuentra en un país en conflicto como la Rep. Dem. del Congo, donde es usado para armar los bandos de la guerra.

Desde la otra vertiente, la de la gestión de residuos, es también relevante pues el sobreuso innecesario de productos electrónicos genera una enorme cantidad de residuos en muchos casos difícil de gestionar, más aún en los países de Latinoamérica, y que terminan inexorablemente en vertederos.

Pero la peor parte es la psicológica, que genera una psicosis social por la renovación antes del final de la vida útil de los aparejos. Y lo vemos especialmente en las proles de fans que generan marcas como Apple, que utilizan el diseño (en sus distintas vertientes) como obsolescencia programada.

El experto catalán y buen amigo Josep Maria Canyelles define como uno de los indicadores de RSC a nivel individual el período medio de cambio de celular, asumiendo un compromiso profesional por la optimización máxima del mismo.

Desde un punto de vista de marketing sostenible, el trabajo de las 4 pes (producto, precio, plaza y promoción), nos invita a reflexionar en cómo incorporar mejoras sostenibles en cada uno de los aspectos. En producto debemos pensar en incorporar innovaciones sostenibles, y lo que está claro es que no es el caso de Apple.Es cierto que empresas como esta han promovido la innovación tecnológica, pero no por ello es innovación sostenible.

Pero, ¿debe ser una empresa responsable si quienes le compran no lo son? En este punto no está claro si la innovación tecnológica de Apple responde a necesidades o bien las genera, punto que se acostumbra a criticar del marketing. Está claro que Apple es parte del problema, pero no el único, también quienes consumimos, los gobiernos, el sector educativo, etc., tiene parte alícuota de corresponsabilidad.

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