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F. Xavier Agulló
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Por F. Xavier Agulló. Poco hemos hablado de la Inversión socialmente responsable (ISR) en este blog, por lo cual queremos hacer ahora una breve introducción sobre el concepto, e ir trabajándolo próximamente.
Los fondos éticos tienen su origen en los años 1.930, de la mano de las iglesias metodistas y cuáqueras de los USA, que no querían invertir, p.e., en las industrias del tabaco, alcohol y juegos de azar. Otros hitos en su proliferación fueron las manifestaciones estudiantiles de los años 1.960 en contra de la guerra de Vietnam, así como la situación política y racial de Chile y Sudáfrica.
En los años 70, cuando se produce una amplia difusión de los fondos éticos por países anglosajones, las entidades de inversión empiezan a identificar los sectores clave para el desarrollo de las sociedades. Poco después nace en Bangladesh el Grameen Bank (de la mano del premio Nobel Muhammad Yunus), el primer banco ético del mundo, que significa el nacimiento del microcrédito, al que pueden acceder diversos sujetos de manera mancomunada, lo que permite evitar las garantías materiales.
En los 1.980 nacen en Europa los primeros bancos éticos (Triodos Bank en Holanda en 1980), en origen centrados en la protección medioambiental.
Sin embargo, la situación actual de la ISR es muy diferente a España con respecto a Europa, y en Europa con respecto a los EE.UU.
En sus decisiones sobre ISR, la ciudadanía estadounidense tiene claramente en cuenta el comportamiento responsable de las empresas (63% extremo o mucho), según el estudio 'Repensando la RSE' de la Liga Nacional de Consumo de los EE.UU. y Fleishman-Hillard International Communications (2006). Además, casi 1 de cada 10 dólares que están invertidos en instituciones de inversión colectiva (IIC) tienen algún criterio ISR (social, ambiental o ético), según el Observatorio de la Inversión Socialmente Responsable 2006 (ESADE y Caixa Sabadell).
En Europa en cambio todavía representa un porcentaje muy pequeño (0,52% del total invertido en UCITS), según SiRi Company (2.005). Hay pero grandes diferencias: mientras en Bélgica supone el 2%, en Holanda, Reino Unido y Suiza ronda el 1,5%, y España es con el grupo de países donde es inferior al 0,5%.
¿En concreto, en el 2005 en España el volumen total invertido ascendió a 1.064.247 miles de € (crecimiento del 2,3% respecto de año anterior), con un total de 35 fondos ISR y solidarios (4) y 46.253 partícipes (-6,71%).
En la construcción de las carteras de IIC-ISR hay dos tipos de criterios clave:
- Negativos: exclusión (tabaco, alcohol, juego, industria militar).
- Positivos: valoración (relaciones con la comunidad, medio ambiente, relaciones laborales).
Los fondos de inversión acostumbran a estar indexados en índices de sostenibilidad (DJSI, FTSE4GOOD) o bien utilizar criterios propios.
Pero lo que hemos visto ahora no es más que uno de los tres tipos de ISR, el de preselección de cartera, que suponen el 73% del total a los EE.UU. (Social Investment Forum, EE.UU., 2006). Algunos de los fondos que podíamos encontrar en España a finales de 2005 eran:
- BBK Solidaria, FI
- BBVA Desarrollo Sostenible, FI
- BBVA Extra 5 II Garantizado, FI
- BNP Paribas Fondo de Solidaridad, FI
- Caixa Catalunya Europa Valor, FI
- CAM Fondo Solidaridad, FI
- Foncaixa Cooperación, FI
- Foncaixa 133 Socialmente Responsable, FI
- Fondo Solidario Pro Unicef, FI
- Morgan Stanley Fondo Activo Ético, FI
- Santander Dividendo Solidario, FI
- Santander Responsabilidad, FI
- Urquijo Cooperación, SICAV
- Urquijo Inversión Solidaria, FI
Un segundo tipo, casi inexistente en Europa, es el uso de la inversión en empresas para influir en sus comportamientos en RSE (26% en los EE.UU.). Así, en España tenemos el ejemplo de Intermón Oxfam, que compró acciones del grupo textil Inditex (propietario de la marca Zara, entre otros) con el fin de estar presente en la Junta del accionariado y poder influir en sus decisiones.
El tercer tipo, la inversión en la comunidad (más llamada en Europa Banca Ética o Solidaria) son instrumentos de inversión destinados a colectivos con difícil acceso a otras fuentes de financiación (1% en los EE.UU., pero en cambio con más peso en Europa), que se traducen en cuentas corrientes, depósitos y otros productos solidarios (como el Eco Depósito o la Cuenta Justa de Triodos Bank).
Este último tipo invierte los pasivos en proyectos que no tienen acceso otras formas de financiación, a través de productos como los microcréditos o el codesarrollo. También las obras sociales de las cajas de ahorros representan una herramienta de inversión socialmente responsable en la comunidad.
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