Por F. Xavier Agulló. Cuando la ministra española de igualdad
propuso (o se le escapó por error) el término
'miembra' como femenino de 'miembro', poco se podía imaginar la avalancha de críticas que le podía conllevar una sola palabra.
Pero lo cierto es que el propio diccionario de la RAE está lleno de contradicciones similares. Sin ir más lejos, con
'presidente', 'modista' o 'líder'. Los tres términos son considerados de género común según el diccionario de la RAE, pero a su vez se acepta una variante de género: 'presidenta', 'modisto' o 'lideresa'. En estos últimos tres casos no son lógicamente de género común (consultar el
diccionario de la RAE).
No parece buena práctica el incorporar o inventarse términos que separen hombres y mujeres. Es cierto que en algún momento u otro tuvieron que aparecer las flexiones de género que separaran entre el masculino o femenino. La cuestión es dónde está el límite.
La cuestión estriba acaso en una
mala comprensión de lo que es y no es lenguaje sexista, o el uso sexista del lenguaje. Se asimila por ello el lenguaje no sexista sólo a las dobles formas, craso error, todo lo contrario a lo que debería ser. Creando nuevas flexiones de género sólo estamos favoreciendo dicha percepción.
Si con 'presidente', 'modisto' o 'líder', ya incluíamos a ambos géneros porqué la palabra es de género común...
¿por qué flexionar?Hay corrientes feministas que efectivamente reclaman la flexión femenina de muchos vocablos. Respecto a 'líder' he visto la propuesta de 'lídera', no sé si es que no se habían dado cuenta de que ya 'se creó' lideresa,
o bien fue por su presión que la RAE lo incorporó, pero tomando en cuenta la etimología correcta para flexionar.
Ciertamente,
para quienes defendemos el uso de genéricos para el lenguaje, que incluyan a ambos géneros, estos intentos de respeto de género acaban provocando lo contrario, una falta de respeto al género. Personalmente, estas flexiones de género de términos que son de género común me provocan disrupciones a la hora de escribir.
Si hay que inventarse genéricos, mejor apostar por términos nuevos de vocablos que actualmente ya tienen reconocido su doble género, como
'usuariado' o 'lectorado' (éste último es aceptado, pero no con el mismo significado que lector/a), y formar las nuevas generaciones en ello.
Es necesario por parte de la RAE olvidarse de
la tontería de la 'economía lingüística' para el uso exclusivo de masculinos para nombrar al 100% de la población e invisibilizar a la mujer. Mejor sería que asumiera que lenguaje no sexista es el uso de genéricos.
Muy al contrario de lo que se aduce, ello no limita o empobrece la lengua, al contrario, la enriquece y la dota de mayor concreción: usamos uno u otro género cuando nos referimos exactamente a la presencia de éste o aquélla, mientras que el uso del genérico implica que o bien no se sabe o bien la presencia es mixta.
Ello dota la lengua de mayor rigor social.Personalmente
adoptaré como norma el uso como genérico de los términos que estén definidos como de género común. Así intentaré usar 'la presidente', 'el modista' o 'la líder'.
Pero ciertamente es un criterio subjetivo con el que seguramente muchas corrientes feministas no estarán de acuerdo. Pero creo que es un
ejercicio de coherencia si entendemos el lenguaje no sexista como el uso de genéricos antes que las dobles formas.
En cualquier caso, ¿qué opinión le merece ello?