
En la práctica, podemos definir 3 ejes de actuación:
–Eje de las políticas. Trata sobre políticas en sí mismas, como son la promoción y difusión de la RSE entre las empresas, el fomento de la transparencia y el desarrollo de políticas socialmente responsables por parte de las propias administraciones. En este sentido cabe decir que, si la compra pública de las administraciones españoles equivalen aproximadamente a un 40% del PIB, imaginemos por un momento que en ella se introdujeran cláusulas sociales: habríamos creado, automáticamente, un mercado socialmente responsable
–Eje de los agentes. Hacen referencia a las políticas orientadas a públicos concretos. Políticas públicas locales en un entorno global, Diálogo con stakeholders des de la óptica de las ONG, El partenariado público-privado con las empresas
–Eje de los drivers o transmisores. Finalmente, cabe tener en cuenta que hay políticas la ejecución de las cuáles no depende de las administraciones, pero sí puede fomentarlas. Así, los medios de comunicación tienen una responsabilidad capital en informar al público sobre la responsabilidad social. Por otro lado, lo que se viene a llamar la empresa social, emprendimientos sociales o actividad mercantil de las ONG tiene también un papel importante, en difundir no sólo valores, también productes. Finalmente, la empresa privada tiene en el marketing social una herramienta primordial para mejorar su reputación y su implicación con el entorno.
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